Este año el CDUS tenía como reto formar un nuevo bloque formado por una pequeña parte de jugadores veteranos que aguantan en sus filas - de un equipo que el año pasado se consolidó junto a Palencia como equipo revelación del campeonato liguero he hizo un gran papel en la fase final del Cto. de España Universitario plantando cara y haciendo sudar mucho a equipo a priori física y técnicamente superiores- otra parte de jugadores que el año pasado fueron tomando minutos y que estuvieron todo el año aprendiendo y otra parte de jugadores que entraban nuevos en el equipo.
La liga comenzó con dudas de calendario, aplazamiento del primer partido contra Moreras y teniendo que alargar la espera una semana más para comenzar con el Cto liguero.
Viajábamos a Valladolid, a jugar contra uno de los equipo más fuertes de la categoría, El Salvador, partido de experimentos en algunas posiciones y de reconocimiento y aclimatación para muchos jugadores que no sabían lo que se iban a encontrar en la liga. Se perdió el partido, pero se mostró un equipo con mucho potencial, con mucha juventud y muchas ganas que poco a poco tendría que madurar para que el juego mejorase. Aún así sacamos algo positivo, la motivación de ver que había futuro en este equipo.
Nuestro segundo partido contra Moreras fue un cúmulo de circunstancias que como cada año nos hacen perder allí. Moreras hizo su juego y en ningún momento el CDUS supo reaccionar, contra un equipo más experimentado faltó orden, concentración y apoyos, se buscaban demasiadas excusas... Así no se podía ganar, faltaba hambre de ganar el partido que tuvimos varias veces en nuestras manos… no pudo ser pero al menos en los instantes finales se conseguía el bonus defensivo que nos hacía estrenar nuestro casillero esta temporada. Había mucho que mejorar pero el equipo seguía teniendo madera de proyecto de futuro, debían trabajarse los apoyos, la defensa y el ruck...
Lobos Segovia en Salas Bajas, primer partido en casa con ganas de cambiar el rumbo del equipo… mismo fallo que contra Moreras, falta de concentración y orden en los primeros compases del partido. Menos mal que el ensayo en contra nos despertó y en los 5 minutos siguientes se dio la vuelta al marcador.
El equipo desbordaba y jugaba rápido y alegre con la línea de tres cuartos, pero el bosque se hacía muy oscuro cuando chocaban las delanteras, fruto de ello se dio la oportunidad a Lobos de marcar varios ensayos que dejaban patente que se necesitaba más sacrificio en defensa en las filas del CDUS.
Aún con todo eso el CDUS ganaba su primer partido este año, en casa, mostrando sus virtudes y siendo conscientes de que había todavía mucho, mucho que trabajar. Lo peor del partido… como siempre las lesiones, el CDUS comenzaba pronto este año a engrosar la lista de lesionados, algunos de ellos de larga duración. Por lo menos sabíamos que teníamos que trabajar más, pero algo más felices por haber ganado el partido.
Llegaba el derby y se esperaba con optimismo, se trabajó muy bien toda la semana y se notaba que ese sábado era especial.
Había que ganar para que se viera que el sábado pasado no fue algo casual y no perder la concentración porque fuera un derby. Fue un partido duro, muy trabajado, con alternativas para los dos equipos, con bastante buen juego y fases muy dinámicas. El CDUS encontró su juego y el control del partido en la segunda parte donde consiguió el bonus y sentenciar el partido. Parecía que el juego del equipo maduraba, que el esquema estaba interiorizado y que el trabajo daba sus frutos. Mucha alegría en el equipo viendo recompensado el sacrificio; pero como en cada partido…. Había mucho que trabajar.
Llegaban los partido de Palencia y el del Quesos, dos partidos para sacar conclusiones dispares. Contra Palencia el partido fue para olvidar: malas decisiones, falta de entrega, falta de placaje, concentración, técnica individual… lo bueno es que de los errores se aprende y ese gran tirón de orejas nos deberá servir para no cometer los mismos errores. Palencia fue justo vencedor del partido sacando a relucir todos nuestros defectos y nunca nos dejó mostrar nuestras virtudes… sólo quedaba seguir trabajando…
Con el Quesos las conclusiones podrían ser dos: la primera parte magnífica: concentración, garra, entrega, buen juego y sobre todo orden y buenos criterios durante la primera parte.
El descanso nos sentó mal y el partido se fue de nuestro control contra un equipo que hace mucho daño y que aprovechó cada error para transformarlo en puntos. Nuestro esfuerzo no se vio recompensado y anímicamente se notó en la segunda parte. Otra cosa que mejorar y trabajar: había que madurar mentalmente, los partidos son de 80 minutos y hay que trabajar hasta el último.
Siguiente enfrentamiento contra Caja España Rugby León. Parecía un partido dominado, bien trabajado durante toda la primera parte, pero errores fundamentales en los últimos pases, recepciones y malas decisiones nos alejaban de convertir puntos. Muchos golpes de castigo y en ciertas fases desconcentración… Pasó factura y otro partido que se pudo haber ganado, se empató, contra un rival directo y en nuestro campo… Descubrimos otra cosa más que trabajar, hay que mejorar la toma de decisiones, hay que sacrificarse más para ganar ese último metro que nos faltó varias veces y hay que respetar las decisiones de los compañeros en el campo, jugamos 15, y el talento individual no sirve de nada, el talento sirve de algo cuando es parte de los 15 jugadores… jugamos para el equipo, no como un individuo.
Parón de navidades para reflexionar sobre lo hecho hasta ahora y estudiar los exámenes que vendrían tras las navidades. Llegó el día de la vuelta al trabajo con menos gente de lo esperado, excusas, desinformación agobio por los exámenes lesiones mal curadas….
El equipo estaba en cuadro y encima los jugadores desaparecían por no haber sido constantes en el estudio antes de la época agobiante de exámenes… la organización es parte de este deporte y el sacrificio también, es una época en la que se entiende la falta de tiempo y alguna falta justificada… no se entienden las desapariciones como si la tierra se hubiera tragado a la gente…
Con este panorama viajábamos a Burgos, con un grupo por lo menos compacto, que había trabajado unido las últimas semanas pero que no era el bloque completo. El partido en Burgos en líneas generales fue muy bueno, entrega, sacrificio y mucha progresión por parte de algunos jugadores que habían pasado inadvertidos. Se perdió el partido, pero se trabajo muy bien. Faltaba definir las acciones, terminar en ensayo. Malas recepciones, ansiedad por marcar y poca paciencia. Se pecó un poco de tomar decisiones precipitadas, pero había que seguir sacando conclusiones positivas: los jugadores menos habituales se reivindicaban y mostraban que a partir de ahora la alineación no seria cosa fácil. Un punto bonus defensivo y la mente en seguir trabajando porque empieza la segunda vuelta y aún no se ha mostrado ni una mínima parte de lo que este equipo tan sumamente joven pude mostrar.
Los jugadores lesionados se van recuperando, han pasado los exámenes, el bloque debe seguir unido y ser mentalmente fuerte para saber que los resultados llegarán. Llega el momento de inflexión, hemos pasado de jugar medianamente bien a resultados desastrosos y ver como todo el trabajo parecía que no servía.
Eso no es así de todo se aprende y de todo se saca una valiosa lección. Ganar o perder no es lo importante, eso es lo que crea ansiedad en el jugador y en el equipo, lo importante es que nos encontremos a nosotros mismo, que encontremos nuestra razón de ser que siempre ha sido divertirnos y jugar a este maravilloso deporte. Hay que sacudirse la ansiedad y el pesimismo de encima, levantar la cabeza, llenar el espíritu de animo, conseguir esa alegría interior que nos hará jugar unidos con ganas y hombro con hombro como hermanos. Ha pasado la mala racha, y no por resultados que son lo de menos, sino por la ansiedad, el agobio, las lesiones, los errores... estamos todos juntos otra vez, empujemos todos de este equipo que se merece nuestro sacrificio y nuestro trabajo, juntos podemos.
“Aún ganando se puede ser un perfecto perdedor, y perdiendo se puede sacar de esa experiencia, una enseñanza que en el futuro puede convertir esa derrota en triunfo”
Ánimo compañeros, hemos perdido partidos, la tristeza nos ha ganado en algunos momentos y siempre te asalta la misma pregunta a la mente “¿Qué razón tengo yo para sufrir por esto?, esto no me da de comer…" pero eso es parte de este deporte porque:
“NO HAY RAZÓN PARA JUGAR AL RUGBY, PORQUE AL RUGBY SE JUEGA CON EL CORAZÓN”
Jugadores destacados de la primera vuelta:
Manzano: su metamorfosis de
Rafi: termina cada partido insatisfecho consigo mismo, un inconformista que se hace mejor día a día, el benjamín del grupo ha tomado galones y a día de hoy es un referente del equipo
Jokin: otro benjamín que no lo parece, tiene mala leche pero porque quiere mejorar cada segundo, con hambre de minutos cada partido que ha jugado lo ha hecho mejor. Su techo está donde el lo ponga
Reinosa: silencio y sacrificio. Eso es un jugador de rugby, se ha ganado el respeto de todos en el campo con trabajo. Ha dejado de ser un novato. Tiene que mejorar algunas cosas pero tal y como trabaja lo hará muy rápido. Hemos encontrado a nuestro hombre-placaje.
César: ha madurado y ya dirige el juego. Se ha ganado su vuelta a base de trabajar al 100%. Todavía puede ganar más responsabilidad en el equipo. Sus puntos con el pie han sido imprescindibles en todos los partidos.
Kacholo y Ernesto: Dos grandes capitanes que lo demuestran en el campo. Son como el Ying y el Yang, el equilibrio de los opuestos, la tormenta y la calma. Este CDUS no se concibe sin ellos. Son el alma de la delantera.
Rubén: Nuestra bola de cañón sigue en su línea, perfecto en cada partido. Trabajador como el primer da estabilidad a nuestra melee.
Alvar y Chris: dos terceras nuevos que han ido ganando confianza. Las ganas son su mayor virtud, y encima son dos jugadores que hacen equipo tanto dentro como fuera del campo. Gracias por tener siempre una sonrisa.
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